Cómo ocuparse de los niños durante el aislamiento en el estado de alarma
Son muchos los
que me preguntan cómo pueden llevar a cabo tantos días
de confinamiento cuando tienen hijos pequeños, pero claro,
esta respuesta dependerá siempre de las
edades de vuestros hijos porque es imposible enfrentarlo igual para todos.
Los más
importante, y no solo me refiero a los menores, es crear una rutina básica,
que por supuesto no va a ser la rutina que teníamos en la “normalidad”,
sino una creada exclusivamente para estas circunstancias.
En esta rutina básica
es muy importante que nos quitemos el pijama, tanto los adultos como los niños.
Así, nuestro cerebro, registrará que hay un día
y una noche en nuestras actividades. A partir de ahí, la mejor forma
de llevar la rutina es hacer un planing semanal.
De esta manera,
podría ser levantarse a una hora razonable
(no estamos de vacaciones, ni los niños tampoco), desayunar, aseo, ponerse
ropa cómoda, hacer deberes o teletrabajar,
leer un ratito…
Después,
a los niños les gusta sentirse útiles
y colaborar en las tareas domésticas, sabiendo que ellos van a
llevar un ritmo diferente al nuestro y, por supuesto, las cosas no van a quedar
como si las hubiéramos hecho nosotros, es un momento
muy adecuado para que aprendan a gestionar esas labores domésticas,
según la edad de cada uno, que van, por
un lado a alimentar su autoestima, y por otro, a hacerlos autónomos
e independientes para el futuro.
Por la tarde,
todo es más ligero, juegos de mesa para “hacer
familia”, alguna película
con palomitas y ratito de “maquinita”, pero siempre
tiempo controlado, una hora como mucho porque realmente no es el juego más
adecuado.
Con respecto a
los adolescentes…merecen un post diferente y lo haré en breve.
Por último,
quiero resaltar algo muy importante, que también tengan momentos
de aburrimiento, no hay que tener miedo a un niño aburrido. A mí me encanta la frase “Cuando
las ostras se aburren, crían perlas”, y es que no hay
nada mejor que el aburrimiento porque al fin y al cabo, es la madre de la
creatividad.
Por
Sonia Esquinas
Psicóloga Sanitaria AN-02792
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